¿Qué pasa con el caso de Félix D. Arroyo?

Mar 1, 2017
Redacción

Boston – La suspensión misteriosa de Félix D. Arroyo de su cargo como Suffolk Register of Probate, pocos años después del último escándalo en esa oficina, tiene a muchos en la comunidad latina preguntándose ¿qué está pasando con Félix Arroyo?.

A principios de este mes, el Tribunal de Primera Instancia de Massachusetts (The Massachusetts Trial Court), que comprende siete departamentos, incluyendo el de Arroyo, lo suspendió con pago y ordenó una investigación independiente del registro Suffolk.

Este departamento se encarga de asuntos relacionados con la familia tales como testamentos, adopciones, divorcios, cambios de nombre y casos de paternidad.

La anterior Registradora, Patricia Campatelli, fue acusada de ignorar responsabilidades y agredir a un subordinado. En una investigación anterior sobre ella, hubo empleados que afirmaron que trabajaba sólo 15 horas a la semana.

Arroyo fue elegido para tal cargo y entró en funciones en el 2014. Con una larga trayectoria en el servicio público, Arroyo Director de Personal en el Municipio bajo la administración del alcalde Ray Flynn fue el primer latino electo para el Ayuntamiento de Boston (Boston City Council).

Walter B. Prince, del bufete de abogados Prince Lobel, quien se desempeña como abogado de Arroyo, aseguró que los administradores de la corte bloquearon a Arroyo, impidiéndole contratar a su propio equipo directivo, a pesar de que así lo estipula las leyes estatales e impidieron que llenará ciertas vacantes que le ayudaran a resolver el atraso de casos.

Según el abogado de Arroyo, su defendido heredó un departamento en caos y asegura que los funcionarios de la Corte le impidieron mejorar con eficacia y diversificar el personal asignado al servicio de este establecimiento público.

“Félix heredó una oficina con una historia de amiguísimo” afirmó Prince en una declaración para el periódico Bay State Banner.

“Sus esfuerzos se encontraron con resistencia y sabotaje intencional por parte de quienes se beneficiaron de las prácticas del pasado”, denunció Prince.

Desde que la suspensión se hizo pública, a principios de febrero, Arroyo ha exigido una investigación transparente y completamente abierta al público.

Prince en una declaración al diario Boston Globe aseveró que no cree que haya cargos reales en contra de su cliente y que aquellos que se beneficiaron del “status quo” se opusieron a los esfuerzos que hizo Arroyo para contratar a personas con habilidades lingüísticas más allá del inglés y contratar a diversos candidatos.

En un artículo la semana pasada, el Banner informó sobre dos empleados del Tribunal de Primera Instancia (Trial Court), que hablaron anónimamente y apoyaron la versión sobre el sabotaje que sufrió Arroyo en el ejercicio de sus funciones.

“Existe un ambiente muy hostil entre los empleados que tienen15 ay 20 años en la oficina”, dijo un empleado.

En tres años de la era Arroyo, la proporción de los empleados de color, en Probate Court’s 33, se duplicó del 22 por ciento al 44, pero, según fuentes del departamento, los empleados blancos que llevan mucho tiempo trabajando en ese lugar, mantuvieron un mal comportamiento que debilitó la eficacia de la oficina.

Los partidarios de Arroyo, reprobaron el proceso de la investigación, acusándolo de estar encubierto de un secretismo absoluto. Han exigido que el proceso sea más transparente.

Tres defensores de Félix D. Arroyo, hablaron con el columnista del Boston Globe, Adrian Walker, también bajo la condición de anonimato, y describieron a la oficina que heredó Arroyo como un lugar lleno de tensión racial y comportamiento poco profesional que llevó a la oficina a una disfunción total.

Respuesta de la Corte

El viernes pasado, tres semanas después de suspender a Arroyo, una portavoz del Tribunal de Primera Instancia de Massachusetts dijo que los funcionarios habían encontrado “graves deficiencias” en la corte Suffolk Probate and Family que impedían que el tribunal atendiera al público.

“El Tribunal de Primera Instancia encontró graves deficiencias en las operaciones del registro, suficientes para amenazar la capacidad del tribunal para servir al público”, dijo Jennifer Donahue, en un comunicado.

A su vez manifestó que Arroyo había sido puesto en una licencia administrativa mientras se lleva a cabo la investigación “para garantizar las necesidades de aquellos que servimos en la justicia”.

¿Quién investigará?

Anthony Nesi, un juez jubilado será quien llevará la investigación de las operaciones en el Registro. Félix Arroyo fue puesto en suspención paga, mientras se espera el resultado de la investigación. Una portavoz del tribunal no proporcionaría más detalles sobre el motivo de la investigación.

¿A quién sirve esta oficina?

A los residentes de Boston, Winthrop, Revere y Chelsea, quienes acuden al registro del condado de Suffolk en tiempos difíciles: después de muertes y divorcios, en medio de peleas por testamentos y custodia de los hijos.